Día 7: vuelo a El Calafate

Durante la noche nos despertó un fuerte ruido y era una quitanieves que pasaba despejando la carretera, cuando nos levantamos estaba todo cubierto de nieve, más que ayer. Duchas, desayuno y recoger maletas.





A las 9’15 era la hora acordada para recogernos, aunque 15 minutos antes ya estaba allí Lucho, cargamos las maletas y en 15 minutos llegamos al aeropuerto.

Como el aeropuerto es muy pequeño facturamos en un momento, y ya fuimos al control, pasamos muy rápidos. Lo de control es por decir algo, ni había que sacar líquidos, ni aparatos electrónicos, ni quitarte las botas; como apenas miran nada se pasa muy rápido. Nos entretuvimos viendo la nevada que seguía cayendo.

Salimos puntuales de Ushuaia a las 11’15, y a las 12’35 que era su hora, ya estábamos en El Calafate, recogimos las maletas en un momento y salimos a por el transfer. El trayecto hasta la ciudad son unos 20 minutos, de camino vimos guanacos cruzando la carretera.





Llegando a El Calafate, se aprecia un cambio de paisaje

Al llegar a Hostería Los Canelos hicimos el check-in y dejamos las maletas en las habitaciones, como ya era la 1’30, sin tiempo que perder fuimos al centro a comer.

Elegimos Viva La Pepa, pedimos un entrante para compartir, y creps diferentes, muy grandes y todos muy ricos; la comida, junto con las bebidas y un par de postres nos costó 15.500 $ (salimos a 9 € por persona). Todos los creps muy ricos, la única pega es que el entrante lo trajeron a la vez que el resto de la comida.







Luego fuimos a buscar el bus para ir a GLACIARIUM, nos liamos y nos costó encontrarlo (está en Avenida Libertador con 1 de Mayo, cerca del Hotel ACA El Calafate; en Google Maps junto a la Secretaria de Turismo de Santa Cruz). Al final cogimos el bus de la 5, y al Glaciarium está lejillos, el bus va incluido en el precio de la entrada. Horario: 13 a 19. Entrada: 2.300 $ (9 €). Es un centro de interpretación de los glaciares, y a las 5’30 hacían una pequeña visita guiada, es bastante sencilla, pero bien para hacer una introducción de los glaciares sin llenarte la cabeza de datos. Personalmente me parecía más interesante antes de ir, una vez allí me pareció poca cosa. Finalmente regresamos con el bus de las 6’30, y aun esperamos un rato.



De regreso en el centro, paseamos un poco y dimos una vuelta para comprar algún regalito y fuimos un rato al hotel a descansar.

A las 9 fuimos a cenar (habíamos reservado antes) a La Tablita que estaba muy cerca de nuestro hotelito y nos lo había recomendado la mujer del hotel. Pedimos cordero patagónico para tres personas (comimos cuatro sin problemas), dos sopas, y dos raciones de patatas; la cena junto con las bebidas nos costó 16.350 $ (salimos a poco más de 9 € por persona). El cordero patagónico, estaba rico, pero no nos acabó de convencer, ya que tiene mucha grasa.

Así es el típico asado



Y sin perder tiempo al hotel mañana tocaba un buen madrugón.

 

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