Argentina, un poco de historia

En el siglo XVI los conquistadores que llegaron desde diferentes lugares, fundaron varias ciudades, en 1536 el español Pedro de Mendoza desembarcó en el actual Buenos Aires, y fue el primero en intentar establecer una colonia permanente, pero pocos años después fracasó y volvió a España.

Luego perteneció al virreinato de Perú, hasta que en 1776 el rey español Carlos III creó el virreinato del Río de la Plata. En 1806 y 1807 los ingleses intentaron la invasión, pero en ambas ocasiones fueron rechazados.

Los intentos de invasión ingleses demostraron que España estaba seriamente debilitada y no podía defender sus colonias, y en 1810 se formó la Primera Junta de Gobierno que puso fin al periodo virreinal. El 9 de julio de 1816, un congreso de diputados de las Provincias Unidas proclamó su independencia, y en 1819 se dictó una constitución centralista, que causó enojo en las provincias.

El periodo que siguió después fue una lucha entre los federales (partidarios de autonomías provinciales) y los unitarios (partidarios del poder central de Buenos Aires), que acabó desembocando en una guerra civil; finalmente cada provincia se gobernó por su cuenta.

Tras esta época se sucedieron varios cambios de poder, en 1829 Juan Manuel de Rosas asumió el gobierno de Buenos Aires y ejerció una gran influencia en todo el país. Tras la Revolución 1852, el país quedó dividió en dos, el Estado de Buenos Aires y la Confederación (formada por el resto de provincias).

Tras la Batalla de Pavón en 1861, que supuso la disolución de la Confederación, y la unificación del país bajo el liderazgo de Buenos Aires, se sucedieron varios gobiernos. En 1880 alcanzó el poder Julio Argentino Roca, que se caracterizó por un modelo político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política; tras una grave crisis financiera e innumerables huelgas, el gobierno tuvo que abandonar la presidencia. Años después con el presidente Roque Sáenz Peña en 1912 se logró el voto secreto y obligatorio.

El periodo entre 1916 y 1930 fue gobernado por radicales, pero no estuvo exento de conflictos sociales, derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores; algunas protestas fueron duramente reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos.

En 1930 políticos conservadores apoyaron un golpe de estado, volviendo de nuevo el fraude electoral y la exclusión política de la mayoría de la población; se sucedieron varios gobiernos conservadores, que beneficiaron a las familias más poderosas del país.

Un grupo de militares nacionalistas dio un golpe de estado en 1943, en el grupo de militares destacó el coronel Juan Domingo Perón, quien mejoró la legislación laboral y social. El apoyo popular a Perón lo condujo al gobierno en las elecciones de 1946, en parte gracias a su segunda esposa, Eva María Durante (Evita).

Esta actriz argentina que llegó a primera dama del país participó activamente en la campaña electoral de su marido. En 1947 consiguió la Ley de sufragio femenino, y la igualdad jurídica de los cónyuges. En 1948 creó la Fundación Eva Perón, mediante la que construyó hospitales, asilos, escuelas, y ayudas a la vivienda entre muchas cosas; adoptando así una posición activa en la lucha por los derechos sociales. En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino. Falleció el 26 de julio de 1952 con solo 33 años debido a un cáncer. En 1952 fue declarada oficialmente de manera póstuma, “Jefa Espiritual de la Nación”.

En 1955 los apuros financieros y la inflación, junto con la muerte de Evita que fue un golpe para la popularidad de Perón, hicieron que tras un golpe militar se viera obligado a exiliarse a España. Tras su marcha, durante más de 20 años, se sucedieron diversos golpes de estado militares, intercalados con periodos de democracias encabezadas por gobiernos radicales, pero ninguno lograba estabilidad.

Perón regresó al gobierno en octubre de 1973, poco después comenzó a operar un grupo parapolicial conocido como Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), torturando, asesinando y haciendo desaparecer a militantes de izquierda. El 1 de julio de 1974 falleció Perón y fue sucedido por su viuda María Estela Martínez de Perón (Isabelita), que hasta ese momento era vicepresidenta.

El 29 de marzo de 1976 el general Videla, dio un golpe de Estado y se hizo con el gobierno del país, tras el cual se inició un largo periodo de terror. El país fue gobernado por una dictadura militar, bajo el nombre de Proceso de Reorganización Nacional (Proceso), las fuerzas de seguridad recorrieron el país, arrestando, torturando, violando, matando e incluso robando de niños y bebes.

Durante la dictadura por todo el país se instalaron cientos de centros clandestinos, el más famoso y sofisticado fue la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), este centro de instrucción militar funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio, y fue el más grande de la dictadura militar argentina, se calcula que por allí pasaron unas 5.000 personas, que fueron secuestradas y torturadas, y casi todas arrojadas luego con vida al mar.

En abril de 1977 se formó la asociación, las Madres de Plaza de Mayo, creada con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos, y posteriormente promover el enjuiciamiento de los responsables. Todos los jueves a las tres y media de la tarde, hacían una marcha en la plaza con el pañuelo blanco en la cabeza.

En 1982 Argentina, intento invadir las Islas Malvinas(colonia británica desde 1841), reclamando al Reino Unido su soberanía, en abril las tropas argentinas ocuparon el puerto Stanley, pero el gobierno británico (bajo el mando de Margaret Thatcher), desplegó una enorme fuerza, y poco más de dos meses después, el ejército argentino se vio obligado a rendirse. La victoria británica precipitó la caída de la dictadura argentina y el inicio de recuperación del Estado de derecho.

En 1983 los argentinos eligieron a Raúl Alfonsín, que, empujado por los organismos de derechos humanos, abrió las puertas a la investigación sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. En el Juicio a las Juntas fueron juzgadas las cúpulas militares, el general Videla fue condenado a pena de reclusión perpetua, pero no se pudieron juzgar a muchos oficiales porque se creó la Ley de Obediencia Debida, que permitía a los oficiales de menor rango defenderse alegando que habían actuado cumpliendo órdenes, y también la Ley de Punto final que fijaba fechas más allá de las cuales no podían ser juzgados. Lo que no logró mejorar fue la economía, con un mecanismo de endeudamiento externo incontrolable, y finalmente la hiperinflación le obligo a dimitir.

Carlos Menem llegó a la presidencia en 1989, con su reforma radical, vinculó el peso con el dólar estadounidense (para combatir una hiperinflación), creando un periodo de falsa estabilidad económica, que propició un gran ascenso de la clase media, ello junto la privatización de empresas públicas, y las renegociaciones de la deuda externa, dio como resultado unas las consecuencias devastadoras en la sociedad, con una explosión de la desocupación y de la pobreza, esto llevó a la devaluación de un peso sobrevalorado (que fue el responsable de la crisis económica de 2002). El desastre económico junto la impunidad con la corrupción a gran escala, y los indultos a las cúpulas militares de la dictadura (indultó a Videla en 1990), precipitaron su fin.

Fernando de la Rúa, fue el sucesor en las elecciones de 1999, pero heredó una economía inestable y una deuda exterior desorbitada, y con el peso vinculado a la moneda estadounidense, el país fue incapaz de competir en el mercado internacional y sus exportaciones cayeron en picado.

En diciembre de 2001 la economía estaba al borde del colapso, y con los rumores de devaluación del peso, los argentinos de clase media empezaron a vaciar sus cuentas bancarias, lo que llevó al gobierno a limitar las retiradas de efectivo semanales por persona (250 $), pero esto no fue más que el principio. El “corralito” junto con un paro cercano al 20% y una huelga general en la que además hubo disturbios en todo el país (con decenas de muertos y centenares de heridos), desencadenó la renuncia del presidente, que abandonó la Casa Rosada en helicóptero, mientras se producía una batalla campal en los alrededores.

En enero de 2002 Eduardo Duhalde se convirtió en el quinto presidente en dos semanas, devaluó el peso y anunció que no pagaría la deuda exterior (un “default” de 140.000 millones de US$, el más grande la historia), negociaron con el FMI el pago solo de los intereses de la deuda; la devaluación del peso hizo que los productos argentinos resultaran asequibles en el mercado mundial, las exportaciones estaban al alza, pero los precios se dispararon, y junto la “pesificación” de los depósitos en dólares, hizo que la pobreza se disparara todavía más.

Néstor Kirchner fue el ganador de las elecciones en 2003, al final de su mandato se había convertido en uno de los presidentes más populares de Argentina, bajo su mando promovió los derechos humanos, revocando la amnistía que protegía a los miembros de las Juntas (declaró nulo en 2006 el indulto de Videla) de ser enjuiciados por atrocidades cometidas durante la dictadura militar, logrando la reapertura de los juicios por lesa humanidad que comenzaron en 2006. Adoptó una dura actitud ante la corrupción gubernamental, logró reducir el paro del 25% al 9% en cinco años, pero pese a todo no consiguió una estabilidad económica; las altas cifras de inflación (alrededor del 40%), junto con la desigualdad de la distribución de la riqueza, hacia que el abismo entre ricos y pobres fuera mayor.

Le sucedió su esposa Cristina Fernández de Kirchner en 2007, que a pesar de no presentar un programa claro, con la debilidad del a oposición, junto el peso de la figura de su marido, la llevaron a la victoria. En 2010 murió su marido y en 2011 salió reelegida, cautivó al electorado con un programa que prometía ingresos y mantener el boom económico, pero el encantó no duro mucho; el gobierno obligó a los argentinos a declarar sus compras de dólares estadounidenses, originándose el mercado negro de dólares.

En 2015 llego a la presidencia Mauricio Macri, bajo el lema de “pobreza cero, combatir al narcotráfico y unir a los argentinos”, en política exterior se acercaba a Estados Unidos y la Unión Europea, en economía devaluó el peso argentino un 40%, su nombre se vio involucrado en los papeles de Panamá Papers, y aumentó la deuda externa. Todo esto acabó reflejado en una gran crisis cambiaria entre abril y octubre de 2018, con una devaluación de la moneda del 100% o incluso más. La alta inflación, la recesión económica y el fuerte endeudamiento, precipitó una crisis económica.

En 2019 ganó Alberto Fernández (fue jefe de campaña de Néstor Kirchner), que formó gobierno junto con Cristina Fernández de Kirchner de vicepresidenta. Su política se basa en el intervencionismo, con control de precios, ​el congelamiento de tarifas de servicios públicos, la doble indemnización por despido​ y el plan Argentina contra el hambre; iniciaron las negociaciones por la deuda externa con el FMI y creó un impuesto a las grandes riquezas. Pero algunas medidas que tuvieron que sacar frente al COVID-19, propiciaron el cierre de pequeñas y medianas empresas, que supuso el incremento de la desocupación, y el aumento de la pobreza, afectando a su imagen positiva. Considerada por algunos medios como una presidencia con “administración débil”, debido al peso específico en la toma de decisiones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Foto: wikipedia

No hay comentarios:

Publicar un comentario