Ruta

Los destinos de naturaleza son nuestros favoritos, y Argentina no nos decepcionó en absoluto. Quizá nos esperábamos algo más de Buenos Aires, pero la situación económica del país es bastante mala desde hace muchos años y en las grandes ciudades se nota.

Desde Ushuaia “el fin del mundo” hicimos una ruta en 4x4, paseamos por el Parque Nacional de Tierra de Fuego, y un crucero por el Canal de Beagle donde vimos el faro Les Eclaireurs, que se ha convertido en el icono de Ushuaia.

Desde El Calafate, una zona inhóspita con apenas vegetación, se visita uno de los iconos del país, el glaciar Perito Moreno, y también hicimos un crucero navegando entre icebergs, viendo de lejos el glaciar Upsala, pero viendo muy de cerca el glaciar Spegazzini.

Finalizamos el viaje en las Cataratas de Iguazú, vistas desde el lado argentino y desde el lado brasileño, la parte argentina es la mayor y tiene muchas más rutas, pero la parte brasileña tiene como atractivo ver las argentinas y también las pasarelas a pie cascada.

Aunque somos de organizarnos los viajes por nuestra cuenta, Argentina es un país, que te sale más a cuenta contratar alguna agencia local que te lo haga; para poder realizar este viaje tuvimos que coger 9 vuelos (5 de ellos internos), y todo muy bien, pocos retrasos, y siempre llegaron todas las maletas.

Este viaje lo realizamos 6 personas, en esta ocasión nos acompañaron los mismos que en el viaje a Canadá, los habituales Luis y Lourdes, Santi, y Pepa que ya se ha convertido en otra habitual de nuestros viajes.

Fechas: 31 de agosto a 13 de septiembre 2022.

Planning del viaje:

Día 1: vuelos.

Día 2: llegada a Buenos Aires.

Día 3: Buenos Aires.

Día 4: vuelo a Ushuaia.

Día 5: Tour 4x4 por Lago Escondido y Lago Fagnano, con asado incluido.

Día 6: Parque Nacional Tierra del Fuego y navegación Canal Beagle.

Día 7: vuelo a El Calafate.

Día 8: Glaciar Perito Moreno y Safari Azul.

Día 9: Navegación Todo Glaciares, con Glaciar Upsala y Glaciar Spegazzini.

Día 10: vuelos a Iguazú.

Día 11: Cataratas Argentinas, excursión Gran Aventura, y Paseo Luna Llena.

Día 12: Cataratas Brasileñas.

Días 13 y 14: vuelos de regreso.

 

Datos de interés


HUSO HORARIO

Tanto en Argentina como en Brasil están la zona horaria GMT-3, que en esa época del año supone una diferencia con España de -5 horas.


MONEDA

La moneda ARGENTINA es el peso, su símbolo es el $, aunque para distinguirse del estadounidense suele emplearse AR$.

Debido a su situación económica desde hace muchos años (famoso “corralito”, inflación desbordada), además de la cotización oficial, existe un mercado paralelo con su propia cotización, llamado “euro blue”; a nosotros nos choca bastante, porque es como un “mercado negro”, aunque su cotización sale en prensa. Pero lo más chocante es la cotización, cuando fuimos nosotros el euro oficial estaba aproximadamente en 130 AR$ y el “euro blue” a 300 AR$.

El peso argentino actual funciona desde 1992, cuando sustituyó al austral (1 peso equivalía a 10.000 australes), este cambio fue debido a una hiperinflación a finales de los años 80. Desde entonces y hasta principios del 2002, tuvo un valor monetario igual a 1 dólar estadounidense.

Cambio oficial del Banco de la República Argentina

Cambio "euro blue"

La moneda en BRASIL es el real brasileño, y su cotización aproximada era 1€ = 5 R$.

Cambio euro-real brasileño

En este viaje lo que hicimos fue enviar dinero con Western Union, fuimos a una oficina de Correos y enviamos euros, una vez en Argentina lo que recogimos fueron pesos, el cambio que nos daba era estupendo, 1 € = 290 AR$. En la oficina de Correos nos cobraron una comisión de 8’90 € por pagar en efectivo (la comisión del pago con tarjeta es mucho mayor). También se puede hacer por la aplicación de Western Union, pero como no lo habíamos hecho nunca, preferimos ir a la oficina de Correos.

La verdad que este sistema no lo habíamos usado nunca, pero fue muy bien, lo único indicar que para recoger el dinero no sirve cualquier oficina de Western Union, tiene que ser de las grandes, nosotros conseguimos que nos dieran el dinero en la de la Calle Perú.

Luego nos llevamos euros, para cambiar si nos hacía falta; los últimos días en El Calafate, cambiamos en una oficina de Western Unión, con un cambio muy bueno también.


PROPINAS

Aunque no es obligatoria, esta bien considerado en restaurantes dejar un 10%, nosotros dejamos más o menos siempre esa cantidad; hay que decir que la atención en la mayoría de los restaurantes ha sido muy buena. Aunque a simple vista puede parecer mucho, estábamos hablando de que salíamos a unos 2.500-3.000 AR$ por persona y comida, y la propina de esa cantidad es menos de 1 €, teniendo en cuenta que consideramos que la atención era muy buena en la mayoría de las ocasiones, por nuestra parte nos pareció bien.

A los guías y conductores también les dimos propina, la cantidad variaba según las horas que estaban con nosotros; tan solo un día no les dimos porque no fueron nada agradables.

En los taxis aproximadamente dejábamos un 10%, según trayecto redondeábamos.


SIM

Como en las dos ocasiones que la usamos nos fue bien, volvimos a confiar en Holafly, pero decidimos comprar para dos teléfonos, aunque esta vez no era tan imprescindible(ni íbamos a pagar con tarjeta, ni usar Uber), tener datos es algo bastante importante; y llevar dos nos permitía separarnos y poder seguir comunicándonos. Cada una nos costó 47 € para 15 días, con 6 Gigas de datos (se pueden compartir); es muy practica porque te la mandan a casa en un par de días, solo tienes que decir que día quieres que te la activen y luego antes de irte la insertas y ya está; además conservas tu número de WhatsApp. Funcionó bastante bien, excepto en algunos lugares de naturaleza (cosa previsible), la cobertura fue bastante buena.


ENCHUFES

Los enchufes en Argentina son bastante raros, pues son tipo americano de clavija plana, pero hay que girarla un poco; son los llamados tipo I.

Enchufes Argentina

Los de Brasil, son más aparecidos a los nuestros, pues, aunque son de tres puntas, al ser redondas, puede ser que no necesitemos adaptador; son los llamados tipo N.

Enchufes Brasil


CLIMA

En este viaje hemos pillado casi todas las estaciones, primavera/otoño e invierno, creíamos que pillaríamos verano también, pero no fue así; eso sí, la maleta fue bien completita, pero sobre todo ropa de invierno.

En BUENOS AIRES diríamos que era otoño, con temperaturas máximas entre 15º y 20º, y mínimas alrededor de 10º.

En USHUAIA y CALAFATE era invierno, con máximas entre 5º y 7º, y mínimas alrededor de 0º; para nosotros más frío a lo que nos tiene acostumbrado nuestro clima en invierno, pero bien, no fue excesivo.

En IGUAZÚ más o menos primavera, con máximas entre 23º y 25º, y mínimas entre 14º y 11º.

La distancia en línea recta entre Ushuaia e Iguazú son cerca de 3.500 kilómetros, similar a la de España con Moscú; no es de extrañar esas diferencias de temperatura.


COMIDA

Qué decir de la comida argentina, hemos comido mucha carne, toda muy rica y muy bien cocinada; principalmente ternera y cordero.

Son bastante típicas las “milanesas” que es un filete empanado, pero a diferencia de otros lugares, aquí son de ternera y son muy finitos, están bastante ricos.

Las empanadas es otra debilidad de la comida argentina, excepto un lugar, todas las que probamos muy buenas.

En la Patagonia, concretamente en El Calafate, es muy típico el cordero asado, que por supuesto probamos, y aunque estaba rico, no nos acabó de convencer porque es bastante más graso a lo que nosotros estamos acostumbrados.

También comimos salmón en Ushuaia, y riquísimo.

Lo único que probamos y no nos convenció fue la hamburguesa de guanaco, un poco seca y muy fibrosa, algo normal teniendo en cuenta que es un animal salvaje; esto fue en El Calafate.


GUIAS

Al poco de empezar a pensar en este viaje y comenzar a buscar información, vimos que lo mejor, tanto de precio como de logística, era contratarlo todo junto a una agencia, encontramos una que nos gustó, pero quisimos investigar otras opciones. Finalmente nos quedamos con los primeros, TURISTA LO SERAS TU, con ellos contratamos los todos los vuelos (tanto los de Argentina, como los de España); así como el paquete de hotel y excursiones.

Ellos consiguen mejor precio de los vuelos, porque sí te tienes que contratar tú el vuelo internacional, cuesta mucho más caro.

En el paquete que ellos ofrecen, todos los días incluye alguna excursión (excepto el día de cambio de ciudad), y algunas optativas; nosotros las cogimos todas, así que todos los días del viaje los teníamos completos, tan solo teníamos libre, el día de llegada a las diversas ciudades.

Durante el viaje la mayoría de los guías nos gustaron mucho, tan solo en un lugar no nos gustó, pero por suerte fue el lugar que menos tiempo tiempo pasamos con guía.

 

Argentina, un poco de historia

En el siglo XVI los conquistadores que llegaron desde diferentes lugares, fundaron varias ciudades, en 1536 el español Pedro de Mendoza desembarcó en el actual Buenos Aires, y fue el primero en intentar establecer una colonia permanente, pero pocos años después fracasó y volvió a España.

Luego perteneció al virreinato de Perú, hasta que en 1776 el rey español Carlos III creó el virreinato del Río de la Plata. En 1806 y 1807 los ingleses intentaron la invasión, pero en ambas ocasiones fueron rechazados.

Los intentos de invasión ingleses demostraron que España estaba seriamente debilitada y no podía defender sus colonias, y en 1810 se formó la Primera Junta de Gobierno que puso fin al periodo virreinal. El 9 de julio de 1816, un congreso de diputados de las Provincias Unidas proclamó su independencia, y en 1819 se dictó una constitución centralista, que causó enojo en las provincias.

El periodo que siguió después fue una lucha entre los federales (partidarios de autonomías provinciales) y los unitarios (partidarios del poder central de Buenos Aires), que acabó desembocando en una guerra civil; finalmente cada provincia se gobernó por su cuenta.

Tras esta época se sucedieron varios cambios de poder, en 1829 Juan Manuel de Rosas asumió el gobierno de Buenos Aires y ejerció una gran influencia en todo el país. Tras la Revolución 1852, el país quedó dividió en dos, el Estado de Buenos Aires y la Confederación (formada por el resto de provincias).

Tras la Batalla de Pavón en 1861, que supuso la disolución de la Confederación, y la unificación del país bajo el liderazgo de Buenos Aires, se sucedieron varios gobiernos. En 1880 alcanzó el poder Julio Argentino Roca, que se caracterizó por un modelo político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política; tras una grave crisis financiera e innumerables huelgas, el gobierno tuvo que abandonar la presidencia. Años después con el presidente Roque Sáenz Peña en 1912 se logró el voto secreto y obligatorio.

El periodo entre 1916 y 1930 fue gobernado por radicales, pero no estuvo exento de conflictos sociales, derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores; algunas protestas fueron duramente reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos.

En 1930 políticos conservadores apoyaron un golpe de estado, volviendo de nuevo el fraude electoral y la exclusión política de la mayoría de la población; se sucedieron varios gobiernos conservadores, que beneficiaron a las familias más poderosas del país.

Un grupo de militares nacionalistas dio un golpe de estado en 1943, en el grupo de militares destacó el coronel Juan Domingo Perón, quien mejoró la legislación laboral y social. El apoyo popular a Perón lo condujo al gobierno en las elecciones de 1946, en parte gracias a su segunda esposa, Eva María Durante (Evita).

Esta actriz argentina que llegó a primera dama del país participó activamente en la campaña electoral de su marido. En 1947 consiguió la Ley de sufragio femenino, y la igualdad jurídica de los cónyuges. En 1948 creó la Fundación Eva Perón, mediante la que construyó hospitales, asilos, escuelas, y ayudas a la vivienda entre muchas cosas; adoptando así una posición activa en la lucha por los derechos sociales. En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino. Falleció el 26 de julio de 1952 con solo 33 años debido a un cáncer. En 1952 fue declarada oficialmente de manera póstuma, “Jefa Espiritual de la Nación”.

En 1955 los apuros financieros y la inflación, junto con la muerte de Evita que fue un golpe para la popularidad de Perón, hicieron que tras un golpe militar se viera obligado a exiliarse a España. Tras su marcha, durante más de 20 años, se sucedieron diversos golpes de estado militares, intercalados con periodos de democracias encabezadas por gobiernos radicales, pero ninguno lograba estabilidad.

Perón regresó al gobierno en octubre de 1973, poco después comenzó a operar un grupo parapolicial conocido como Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), torturando, asesinando y haciendo desaparecer a militantes de izquierda. El 1 de julio de 1974 falleció Perón y fue sucedido por su viuda María Estela Martínez de Perón (Isabelita), que hasta ese momento era vicepresidenta.

El 29 de marzo de 1976 el general Videla, dio un golpe de Estado y se hizo con el gobierno del país, tras el cual se inició un largo periodo de terror. El país fue gobernado por una dictadura militar, bajo el nombre de Proceso de Reorganización Nacional (Proceso), las fuerzas de seguridad recorrieron el país, arrestando, torturando, violando, matando e incluso robando de niños y bebes.

Durante la dictadura por todo el país se instalaron cientos de centros clandestinos, el más famoso y sofisticado fue la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), este centro de instrucción militar funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio, y fue el más grande de la dictadura militar argentina, se calcula que por allí pasaron unas 5.000 personas, que fueron secuestradas y torturadas, y casi todas arrojadas luego con vida al mar.

En abril de 1977 se formó la asociación, las Madres de Plaza de Mayo, creada con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos, y posteriormente promover el enjuiciamiento de los responsables. Todos los jueves a las tres y media de la tarde, hacían una marcha en la plaza con el pañuelo blanco en la cabeza.

En 1982 Argentina, intento invadir las Islas Malvinas(colonia británica desde 1841), reclamando al Reino Unido su soberanía, en abril las tropas argentinas ocuparon el puerto Stanley, pero el gobierno británico (bajo el mando de Margaret Thatcher), desplegó una enorme fuerza, y poco más de dos meses después, el ejército argentino se vio obligado a rendirse. La victoria británica precipitó la caída de la dictadura argentina y el inicio de recuperación del Estado de derecho.

En 1983 los argentinos eligieron a Raúl Alfonsín, que, empujado por los organismos de derechos humanos, abrió las puertas a la investigación sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. En el Juicio a las Juntas fueron juzgadas las cúpulas militares, el general Videla fue condenado a pena de reclusión perpetua, pero no se pudieron juzgar a muchos oficiales porque se creó la Ley de Obediencia Debida, que permitía a los oficiales de menor rango defenderse alegando que habían actuado cumpliendo órdenes, y también la Ley de Punto final que fijaba fechas más allá de las cuales no podían ser juzgados. Lo que no logró mejorar fue la economía, con un mecanismo de endeudamiento externo incontrolable, y finalmente la hiperinflación le obligo a dimitir.

Carlos Menem llegó a la presidencia en 1989, con su reforma radical, vinculó el peso con el dólar estadounidense (para combatir una hiperinflación), creando un periodo de falsa estabilidad económica, que propició un gran ascenso de la clase media, ello junto la privatización de empresas públicas, y las renegociaciones de la deuda externa, dio como resultado unas las consecuencias devastadoras en la sociedad, con una explosión de la desocupación y de la pobreza, esto llevó a la devaluación de un peso sobrevalorado (que fue el responsable de la crisis económica de 2002). El desastre económico junto la impunidad con la corrupción a gran escala, y los indultos a las cúpulas militares de la dictadura (indultó a Videla en 1990), precipitaron su fin.

Fernando de la Rúa, fue el sucesor en las elecciones de 1999, pero heredó una economía inestable y una deuda exterior desorbitada, y con el peso vinculado a la moneda estadounidense, el país fue incapaz de competir en el mercado internacional y sus exportaciones cayeron en picado.

En diciembre de 2001 la economía estaba al borde del colapso, y con los rumores de devaluación del peso, los argentinos de clase media empezaron a vaciar sus cuentas bancarias, lo que llevó al gobierno a limitar las retiradas de efectivo semanales por persona (250 $), pero esto no fue más que el principio. El “corralito” junto con un paro cercano al 20% y una huelga general en la que además hubo disturbios en todo el país (con decenas de muertos y centenares de heridos), desencadenó la renuncia del presidente, que abandonó la Casa Rosada en helicóptero, mientras se producía una batalla campal en los alrededores.

En enero de 2002 Eduardo Duhalde se convirtió en el quinto presidente en dos semanas, devaluó el peso y anunció que no pagaría la deuda exterior (un “default” de 140.000 millones de US$, el más grande la historia), negociaron con el FMI el pago solo de los intereses de la deuda; la devaluación del peso hizo que los productos argentinos resultaran asequibles en el mercado mundial, las exportaciones estaban al alza, pero los precios se dispararon, y junto la “pesificación” de los depósitos en dólares, hizo que la pobreza se disparara todavía más.

Néstor Kirchner fue el ganador de las elecciones en 2003, al final de su mandato se había convertido en uno de los presidentes más populares de Argentina, bajo su mando promovió los derechos humanos, revocando la amnistía que protegía a los miembros de las Juntas (declaró nulo en 2006 el indulto de Videla) de ser enjuiciados por atrocidades cometidas durante la dictadura militar, logrando la reapertura de los juicios por lesa humanidad que comenzaron en 2006. Adoptó una dura actitud ante la corrupción gubernamental, logró reducir el paro del 25% al 9% en cinco años, pero pese a todo no consiguió una estabilidad económica; las altas cifras de inflación (alrededor del 40%), junto con la desigualdad de la distribución de la riqueza, hacia que el abismo entre ricos y pobres fuera mayor.

Le sucedió su esposa Cristina Fernández de Kirchner en 2007, que a pesar de no presentar un programa claro, con la debilidad del a oposición, junto el peso de la figura de su marido, la llevaron a la victoria. En 2010 murió su marido y en 2011 salió reelegida, cautivó al electorado con un programa que prometía ingresos y mantener el boom económico, pero el encantó no duro mucho; el gobierno obligó a los argentinos a declarar sus compras de dólares estadounidenses, originándose el mercado negro de dólares.

En 2015 llego a la presidencia Mauricio Macri, bajo el lema de “pobreza cero, combatir al narcotráfico y unir a los argentinos”, en política exterior se acercaba a Estados Unidos y la Unión Europea, en economía devaluó el peso argentino un 40%, su nombre se vio involucrado en los papeles de Panamá Papers, y aumentó la deuda externa. Todo esto acabó reflejado en una gran crisis cambiaria entre abril y octubre de 2018, con una devaluación de la moneda del 100% o incluso más. La alta inflación, la recesión económica y el fuerte endeudamiento, precipitó una crisis económica.

En 2019 ganó Alberto Fernández (fue jefe de campaña de Néstor Kirchner), que formó gobierno junto con Cristina Fernández de Kirchner de vicepresidenta. Su política se basa en el intervencionismo, con control de precios, ​el congelamiento de tarifas de servicios públicos, la doble indemnización por despido​ y el plan Argentina contra el hambre; iniciaron las negociaciones por la deuda externa con el FMI y creó un impuesto a las grandes riquezas. Pero algunas medidas que tuvieron que sacar frente al COVID-19, propiciaron el cierre de pequeñas y medianas empresas, que supuso el incremento de la desocupación, y el aumento de la pobreza, afectando a su imagen positiva. Considerada por algunos medios como una presidencia con “administración débil”, debido al peso específico en la toma de decisiones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Foto: wikipedia

Día 1: vuelos

Este inicio de viaje era diferente a otros, una porque salíamos por la tarde y otra porque había cerca de 40º de temperatura y nosotros teníamos que salir de casa cargados con nuestras chaquetas de invierno. Nuestro cuñado nos recogió alrededor de las 5’45, en la calle la sensación de calor era horrorosa.

Una vez en el aeropuerto nos juntamos los seis viajeros, en facturación había mucha cola, tardamos más de media hora, es lo que tiene viajar el 31 de agosto, uno de los días punta en los aeropuertos, aunque al final en líneas generales todo fue bien.

En el control apenas había gente, pero metían prisa y estresaban mucho, se empeñaron en que Alfredo se quitara el cinturón, a pesar de repetirles varias veces que era de plástico. Al pasar el control tuvimos que pedir ayuda a la Guardia Civil para que nos abriera una maleta de mano, ya que el candado no funcionaba.

Compramos agua y en un momento comenzó el embarque, el vuelo salió puntual a su hora las 20’25 y llego también puntual a las 21’20.


Nuestro vuelo llegó a la T2, y teníamos que cambiar a la T1, pero en realidad una vez en el aeropuerto vimos que solo lo identificaban como puertas ABCDE. Llegamos a control de pasaportes, apenas había nadie y pasamos muy rápidos por las máquinas, excepto uno que tuvo que pasarlo frente al policía.

Una vez en la zona de nuestra puerta de embarque, fuimos directos a Burger King a cenar (unos 10 € por persona el menú), hacía bastante calor por aquella zona. Después compramos agua y ya nos fuimos a la puerta de embarque.

Cuando llegamos prácticamente ya había comenzado, el embarque fue bastante ordenado por grupos, el nuestro era el último. Habíamos comprado los asientos para ir juntos, elegimos la parte derecha (asientos JHK) en las filas 21 y 22 (costaron 30 € ventanilla y pasillo, y 20 € el del centro); eso sí el espacio bastante bastante justo. A nosotros nos mereció la pena comprar los asientos, ir en esas filas supone subir y bajar más rápidamente, y también es una zona donde el ruido de los motores es menor.



El vuelo salió puntual de Madrid a su hora, las 23’55. Nada más el avión se estabilizó en altura, pasaron con la venta de auriculares, a 3 € (nosotros habíamos comprado en Amazon los adaptadores a mitad de precio, pero luego descubrimos que no hacía falta, los auriculares se escuchaban igual); además el entretenimiento nos pareció malísimo.

A las dos horas más o menos de haber salido, nos sirvieron la cena, normalita, tardaron una eternidad en recoger las bandejas (unos 45 minutos), que sumado a la estrechez del sitio, agobiaba un poco. Al momento de quitarnos las bandejas, el piloto dijo que íbamos a atravesar una zona de turbulencias, apenas se notó nada y cuando pasada media hora seguíamos igual, imaginé que se quedaría todo el vuelo la señal de los cinturones, y así fue; la sensación es que dejaron la señal para que la gente no se moviera, pero si no son reales las turbulencias no me parece correcto, que yo soy la primera que con turbulencias me pongo el cinturón y no me lo quito, e incluso duermo con el puesto siempre.

Por la noche simplemente dejaron botellas de agua, a temperatura ambiente y tampoco muchas. Cuando quedaba una hora y media para llegar, sirvieron el desayuno de pago, como nosotros lo sabíamos nos habíamos llevado algunas galletas. La verdad que fue nuestro primer vuelo transoceánico con Air Europa, pero sí podemos evitaremos esta compañía en futuros viajes; posiblemente ha sido la peor.

 

Día 2: llegada a Buenos Aires

Tras algo más de 12 horas de vuelo, llegamos al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Buenos Aires, unos 20 minutos antes de su hora prevista que era las 7’35. Al salir del avión tocaba control de pasaportes, había bastante gente y se nos hizo larga la espera, una vez nos tocó turno, pasamos todos sin problemas, foto, pulgar, y ya estábamos en Argentina. Al llegar a la recogida de equipajes, las maletas ya estaban saliendo, felices y contentos porque habían llegado nuestras seis maletas, salimos a buscar nuestro transfer, al final, desde que bajamos del avión hasta que llegamos al transfer, fue poco más de una hora, pero se nos hizo más largo.



Tardamos alrededor de una hora en llegar del aeropuerto al Huinid Obelisco Hotel, nos sorprendió ver un hotelazo con tan buena pinta, situado en una calle bastante cochambrosa. No nos pudieron dar ninguna habitación, así que sacamos lo que necesitamos de las maletas y salimos a la calle.

Una calle cercana al hotel

Y a pocos minutos andando, el Obelisco

El día estaba nublado y la primera tarea era ir a Correos a por el dinero que habíamos enviado por Western Union, hasta allí serían unos 20 minutos andando. Al llegar, la de la puerta nos dice que solo envíos nacionales, que para envíos internacionales teníamos que ir a una oficina de Western Union, nos indicó una cercana y allí que fuimos, pero no nos dieron el dinero, pasamos por una segunda y tampoco, afortunadamente a la tercera fue la vencida, y en la oficina de la calle Perú, nos dieron el dinero. El billete más grande que existe es de 1.000 $, pero no tenían, así que los más grandes que nos dieron fueron de 500 $, por lo que el volumen de billetes que llevábamos fue considerable.

Con tantas vueltas para conseguir el dinero, ni habíamos desayunado, ni almorzado, así que poco más de las 12’30 ya teníamos bastante hambre y fuimos a comer, pasamos por uno que visualmente nos gustó y la carta también, así que entramos, se llamaba Prosciutto Ristorante, comimos muy bien, pedimos todos carne, bife de chorizo, bondiola, gran bife porteño y milanesa napolitana, junto con las bebidas nos costó 19.630 $ (salimos a unos 11 € por persona) y dejamos 2.000 $ de propina, quizá demasiado, pero recién aterrizados, todavía no controlábamos el tema de las propinas, y también hay que decir que el camarero nos explicó muy bien los tipos de carne.

Primera Quilmes

Milanesa napolitana


Tras la comida, fuimos paseando hasta la Heladería Cadore, parece que está catalogada como una de las 10 mejores del mundo, y bueno, los helados estaban muy ricos, pero no sé sí para tanto; eso sí, tienen gran cantidad de sabores y tamaños, el cucurucho más pequeño, lo llaman vaso chico y vale 400 $.


Luego al hotel para hacer el check-in, nos instalamos, y en un rato quedamos para repartir los billetes; la verdad que nunca nos habíamos visto ante semejante cantidad de billetes, iba a ser un poco complicado manejar tantos, tenido en cuenta que para la comida habíamos necesitado 40 billetes, iba a ser complicado guardarlos en la cartera.



En aquellas horas, el sueño y el cansancio comenzaban a aparecer, así que para no darle opción, parte del grupo nos fuimos a dar una vuelta. Decidimos coger el metro para llegar hasta el barrio de Recoleta, pedimos el billete en ventanilla, y el chico nos dijo que era necesario comprar tarjeta, pero que no tenía, y sin pensarlo dos veces nos coló; nos quedamos alucinados, además venía un metro, y nos dijo subir en ese, fue todo un visto y no visto.

Hasta aquí, llegamos para visitar EL ATENEO GRAND SPLENDID actualmente es una librería (desde el año 2000), pero se construyó como teatro, y ese es el aspecto que conserva, es bastante curioso y como librería muy bonita; como dirían los argentinos muy linda.






De regreso nos tomamos algo cerca del hotel y pasamos a recoger al resto del grupo para ir a cenar. Muy cerca del hotel, ni a 5 minutos, teníamos Restaurante Las Cañas, todo carne y muy buena, pedimos mix de carne para cinco personas, tres raciones de patatas fritas y postre al centro para compartir, todo muy rico y además muy bien de precio, costó14.100 $ (salimos a 8 € por persona), dejamos de propina 1.000 $. Un sitio totalmente recomendable.


ESPECTACULAR

Al final en el hotel a las 11 de la noche, la cena la aguantamos bien, lo peor del jet lag, fue después de comer y durante algún momento de la tarde.

 

Día 3: Buenos Aires

Pusimos el despertador a las 7, aunque el jet lag nos había despertado un rato antes, pero tampoco mucho. Nos despertamos con la noticia del “intento de asesinato” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que había ocurrido la noche anterior. Tras las duchas bajamos a desayunar, y bien que nos entretuvimos comentando la noticia, porque tenía toda la pinta de estar preparado. El desayuno de dulce más o menos bien, pero poco más había.

A las 9 nos recogían para la visita de la ciudad, que nos iba a llevar toda la mañana, nuestra guía Patricia, nos comentó que se cambiaba el orden porque ayer por la noche declararon el día de hoy festivo nacional, y que había convocada una manifestación a primera hora de la tarde.

La primera parada fue en la PLAZA DE MAYO, que es el centro de las manifestaciones populares; a aquellas horas de la mañana ya se encontraba lleno de vallas, porque la manifestación finalizaba allí, y ya lo estaban preparando. Aquí se encuentra la CASA ROSADA, que es la sede del Poder Ejecutivo de la República Argentina, y está considerado uno de los edificios más emblemáticos de Buenos Aires.





Junto a esta plaza se encuentra la CATEDRAL METROPOLITANA de estilo neoclásico, el edificio actual fue inaugurado en 1852, cien años después del inicio de su construcción. Un estilo muy curioso para una iglesia, que se parece a la Iglesia de la Madeleine de París.

Luego regresamos al bus, pasando por el porteño barrio de San Telmo, hicimos una parada rápida, porque allí en la esquina de las calles Chile y Defensa, se encuentra la estatua de MAFALDA, SUSANITA Y MANOLITO, y no nos podíamos ir sin la foto. Mafalda fue creada por Quino en 1964, esta niña reflexiva y crítica, siempre estaba preocupándose por la humanidad y la paz mundial, y rebelándose contra el mundo legado por sus mayores; ¿quién no ha leído alguna de sus historietas?.


Seguimos hasta el barrio de La Boca (que debe su nombre a la entrada del Riachuelo), donde nos bajamos del bus, lo primero que vimos (por fuera) fue el estadio Alberto J. Armando, más conocido como “LA BOMBONERA”, que con capacidad para 59.000 espectadores es la sede del Boca Juniors.



Todas las tiendas de alrededor están pintadas con los colores del equipo, amarillo y azul.



A pocos metros del estadio hay edificios en ruinas

Antiguamente el tren pasaba junto al estadio

Seguimos andando, muy cerca se encuentra la calle CAMINITO (bautizada así en 1959 por el célebre tango), esta famosa calle hoy en día es como un museo, con sus “conventillos” típicos de chapas de distintos colores. Este tipo de vivienda popular precaria caracterizó al barrio desde sus orígenes a finales del siglo XIX, fue centro de residencia de inmigrantes italianos, numerosos emigrantes eligieron este sitio para establecerse, ante las posibilidades laborales que allí existían; construían sus casas de madera y chapa, sobre pilotes, para hacer frente a las crecidas del Riachuelo y pedían los sobrantes de pintura en los astilleros para colorear las paredes. Gracias a la iniciativa de varios vecinos en los años 50, se convirtió en un paseo peatonal y en una calle museo. Aquí tuvimos media hora de tiempo libre. 











Regresamos al bus y salimos de La Boca, pasando por una zona de chabolas, para llegar en pocos minutos a PUERTO MADERO, una zona que en los años 90 comenzaron a transformar, y actualmente numerosas empresas nacionales e internacionales se han instado en el barrio, junto con restaurantes y clubs nocturnos. 

Seguimos con el bus por el barrio de Palermo, que es el más extenso de la ciudad y donde se encuentran grandes jardines. Y finalizamos la excursión en el barrio de La Recoleta, una zona de casas adosadas de estilo parisino y antiguos palacios fastuosos, en los que se encuentran las embajadas.

Basílica Nuestra Señora del Pilar

Nos quedamos a comer en La Recoleta por sugerencia de la guía, paseamos un poco y comimos en La Biela (nos lo sugirió la guía, pero no nos quedó claro sí para tomar algo o para comer); fue la peor comida del viaje, pedimos unos menús que a priori no tenían por qué estar mal, pero hasta una simple empanada estaba seca, nos costó la comida 20.370 $ y por sí todavía no nos gustaba poco este sitio, la comida valía 18.520 $ (salimos a cerca de 11 € por persona), pero es que ellos ya sumaban 1.850 $ de propina.



Regresamos andando al hotel, pasando por la zona de embajadas y luego ya fuimos por la Avenida 9 julio, y ya veíamos a la gente que iba yendo a la manifestación.


Una vez en el hotel descansamos un rato y sobre a las 6 salimos a tomar algo, pasemos un poco y alrededor de las 8’30 fuimos a cenar. Como ayer nos había gustado tanto, volvimos al Restaurante Las Cañas, pedimos cosas diferentes, principalmente entraña y pollo cocinado de varias formas, un par de raciones de patatas y tres postres, la verdad que muy rico también; ayer nos habían dado un descuento del 20%, nos costó la cena 12.832 $ (salimos a 7 € por persona), también muy rico y todavía más barato que ayer, y además un lugar donde te atienden muy bien.



Regresamos al hotel y aprovechamos para hacer el check-out, había que pagar 1 $ americano por persona y noche de tasa turística. Hicimos la maleta en un momento y a dormir, mañana tocaba vuelo y madrugón.